La idea inicial de dar la vuelta al mundo es romántica, embriagadora, fascinante... pero en cuanto enciendes el ordenador para organizar el viaje, Google se encarga personalmente de informarte sobre la alta probabilidad de que caigas enfermo (65% probabilidad), justo cuando te pierdes en medio de una selva petada de mosquitos masivos portadores de la malaria (53% probabilidad), porque a tu guía se lo ha comido un cocodrilo de 4 metros (25% normalmente, pero puede llegar a 85% si el guía es de esos que mete la cabeza en la boca y dice "¿Ves? ¡No pasa nada!"). Google sabe que, lo más probable, es que después de comerse a tu guía el cocodrilo decida perseguirte, y aunque consigas escapar hay un 57% de probabilidades de que un enorme tsunami arrase toda la costa, y mueras arrollado por algún trozo de roca que, casualmente, lleva encima el único tipo de coral venenoso que existe (nombre científico "Zooides Valis", conocido vulgarmente como" "aaaargggg!")
En fin, con el miedo que te mete Google, cualquiera sale de casa.
Pero un día sales de casa, y te encuentras con la típica gente que da vueltas al mundo, y te cuentan que lo mejor del viaje es "la experiencia". Que lo de las enfermedades es un complot de los medios para que todos nos quedemos en nuestras humildes casas, y no hagamos cosas raras. Dicen que si todo el mundo se fuese a ver mundo españa se quedaría totalmente vacía, y sería aburridísimo (por eso china si que deja que vengan a españa 20 o 30 millones de chinos al año, porque son 3 billones, y van fenomenal en eso de no aburrirse).
Pero, no solo tienes que enfrentarte a Google, también te encuentras con gente que te anima:
- ¿La vuelta al mundo? ¿Tu solo? ¿Pero estas loco?
- Pero, y si te pasa algo? ¿¿Y qué vas a hacer cuando vuelvas??
Y los que te preguntan cosas absurdas:
-¿Cuantos kilometros vas a recorrer en total?
-¿Que vas a hacer si te encuentras con un tsunami?
-¿Crees que vas a encontrarte frente a frente con la malaria?
Y la mejor de todas:
- ¿Llevas bocatas?
En fin , sea como sea, en breve comienza la vuelta al mundo y, con o sin bocatas, hay que pasarlo bien. Aunque como dice el ministerio de sanidad: "Cocinado, pelado o no tomado"
